LAS MEJORES PRIMERAS COMUNIONES
La cifra asusta incluso a las propias autoridades de Tránsito: en lo que va corrido de este año han sido inmovilizados un total de 1405 vehículos que ofrecen transporte pirata en Cali. Lea también: 163 'piratas' han sido inmovilizados por el Tránsito en lo que va de 2016.
El jefe de Guardas de Tránsito, Nelson Delgado, revisa sus cuentas: en todo el 2015 ese número fue de apenas 600 carros. El incremento, pues, en menos de un año, fue de 134 %.
Y podría ser más alto. Es que los guardas de tránsito de la ciudad no dan abasto, se lamenta Delgado. “Somos 350 agentes de regulación, pero solo 45 integran el equipo especializado para perseguir piratas. Las jornadas inician a las 5:30 a.m., cada día, incluso los domingos, pero nos quedamos cortos porque cada día aparecen más”.
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Algunas veces, y como consecuencia “de lo desbordado que está el fenómeno del transporte ilegal”, los guardas recorren la ciudad vestidos de civil para identificar más fácilmente los puntos en los que se concentran desde bicicletas que prestan pequeños recorridos dentro de los barrios hasta carros de gama alta que ofrecen ‘carreras’ por una pequeña tarifa.
Delgado ha visto lo impensable en esos operativos: autos Ford Fiesta modelo 2016, Spark Gt y Chevrolet Sail 2015 y camionetas SsangYong que lucen como recién sacadas del concesionario. “Uno se queda aterrado”, dice. “La conclusión es que realmente el transporte ‘pirata’ es muy rentable”.
Que lo diga Martha Gómez, una madre de familia que vive en el barrio Nueva Floresta, en el nororiente de Cali.
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Diariamente, la mujer se transporta en un motorratón que la lleva de su casa a su trabajo en el barrio Piloto, centro de Cali. Por cada trayecto paga $3000, unos $1200 más de lo que cuesta un pasaje en bus. Pero asume el costo: “para poder moverme entre mi casa y el trabajo necesitaría hacer cinco transbordos en el MÍO, que me tomarían hasta hora y media. Un motorratón me cobra más, pero me transporta en apenas 10 minutos”, narra esta caleña que mensualmente destina para su transporte $370.000.
Una situación similar vive Nancy Rojas, empleada doméstica a la que es posible ver a diario, al terminar sus labores en un edificio de la zona, a bordo de uno de los ‘piratas’ que hacen pista en la Carrera 70 con Calle 13, en el sur de Cali. “Prefiero eso a caminar las nueve cuadras que me separan de la Avenida Guadalupe, el punto donde pasa la ruta del MÍO que me lleva hasta mi casa en el Mariano Ramos”.
Justamente allí, a lo largo de la Carrera 56 —desde la Avenida de los Cerros hasta la Simón Bolívar— es fácil tropezar con carros de todo tipo que prometen, por $2000, acercar a los pasajeros hasta el Oriente. El santo y seña es el mismo: el auto baja la velocidad al pie del pasajero. ¿Hasta dónde va?